La vida útil de los cables de fibra óptica depende de muchos factores, como la calidad de fabricación, las condiciones de instalación, las condiciones ambientales y los métodos de mantenimiento. Normalmente, los cables de fibra óptica tienen una vida útil promedio de 20 a 25 años, pero algunos cables pueden durar mucho más.

Sin embargo, es importante tener en cuenta que la vida útil de un cable de fibra óptica no sólo está determinada por el cable en sí, sino también por los componentes conectados al cable, como transmisores y receptores. Los componentes electrónicos tienen una vida útil más corta que los cables de fibra óptica, por lo que es importante reemplazarlos periódicamente para garantizar un rendimiento óptimo.

Para maximizar la vida útil de los cables de fibra óptica, es importante seguir las instrucciones del fabricante para la instalación, mantenimiento y limpieza. Los cables de fibra óptica deben manipularse con cuidado y protegerse de daños físicos y ambientales para garantizar un rendimiento óptimo durante toda su vida útil.